jueves, 3 de marzo de 2011

SANA A UN CIEGO

(LBLA)lucas 18:35-43
Y aconteció que al acercarse a Jericó, un ciego estaba sentado junto al camino mendigando. [36] Al oír que pasaba una multitud, preguntaba qué era aquello. [37] Y le informaron que pasaba Jesús de Nazaret. [38] Entonces gritó, diciendo: ¡Jesús, Hijo de David, ten misericordia de mí! [39] Y los que iban delante lo reprendían para que se callara; pero él gritaba mucho más: ¡Hijo de David, ten misericordia de mí! [40] Jesús se detuvo y ordenó que se lo trajeran; y cuando estuvo cerca, le preguntó: [41] ¿Qué deseas que haga por ti? Y él dijo: Señor, que recobre la vista. [42] Jesús entonces le dijo: Recibe la vista, tu fe te ha sanado. [43] Y al instante recobró la vista, y le seguía glorificando a Dios; cuando toda la gente vio aquello, dieron gloria a Dios.

lunes, 28 de febrero de 2011

LOS DIEZ LEPROSOS

(LBLA)lucas 17:11-19
Y aconteció que mientras iba camino a Jerusalén, pasaba entre Samaria y Galilea, [12] y al entrar en cierta aldea, le salieron al encuentro diez hombres leprosos, que se pararon a distancia, [13] y alzaron la voz, diciendo: ¡Jesús, Maestro! ¡Ten misericordia de nosotros! [14] Cuando El los vio, les dijo: Id y mostraos a los sacerdotes. Y sucedió que mientras iban, quedaron limpios. [15] Entonces uno de ellos, al ver que había sido sanado, se volvió glorificando a Dios en alta voz. [16] Y cayó sobre su rostro a los pies de Jesús, dándole gracias; y éste era samaritano. [17] Respondiendo Jesús, dijo: ¿No fueron diez los que quedaron limpios? Y los otros nueve... ¿dónde están? [18] ¿No hubo ninguno que regresara a dar gloria a Dios, excepto este extranjero? [19] Y le dijo: Levántate y vete; tu fe te ha sanado.

JESUS SANA A UN HOMBRE HIDRÓPICO

(LBLA)lucas 14:1-6
Y aconteció que cuando Jesús entró en casa de uno de los principales de los fariseos un día de reposo para comer pan, ellos le estaban observando cuidadosamente. [2] Y allí, frente a El, estaba un hombre hidrópico. [3] Y dirigiéndose Jesús, a los intérpretes de la ley y a los fariseos, les habló diciendo: ¿Es lícito sanar en el día de reposo, o no? [4] Pero ellos guardaron silencio. Y El, tomándolo de la mano, lo sanó y lo despidió. [5] Y a ellos les dijo: ¿A quién de vosotros se le cae un hijo o un buey en un hoyo un día de reposo, y no lo saca inmediatamente? [6] Y no pudieron responderle a esto.

JESUCRISTO SANA A UNA MUJER ENCORVADA

(LBLA)lucas 13:10-17
Jesús estaba enseñando en una de las sinagogas un día de reposo, [11] y había allí una mujer que durante dieciocho años había tenido una enfermedad causada por un espíritu; estaba encorvada, y de ninguna manera se podía enderezar. [12] Cuando Jesús la vio, la llamó y le dijo: Mujer, has quedado libre de tu enfermedad. [13] Y puso las manos sobre ella, y al instante se enderezó y glorificaba a Dios. [14] Pero el oficial de la sinagoga, indignado porque Jesús había sanado en día de reposo, reaccionó diciendo a la multitud: Hay seis días en los cuales se debe trabajar; venid, pues, en esos días y sed sanados, y no en día de reposo. [15] Entonces el Señor le respondió, y dijo: Hipócritas, ¿no desata cada uno de vosotros su buey o su asno del pesebre en día de reposo y lo lleva a beber? [16] Y ésta, que es hija de Abraham, a la que Satanás ha tenido atada durante dieciocho largos años, ¿no debía ser libertada de esta ligadura en día de reposo? [17] Y al decir El esto, todos sus adversarios se avergonzaban, pero toda la multitud se regocijaba por todas las cosas gloriosas hechas por El.

JESUS SANA A UN MUCHACHO ENDEMONIADO

(LBLA)lucas 9:37-43
Y aconteció que al día siguiente, cuando bajaron del monte, una gran multitud le salió al encuentro. [38] Y he aquí, un hombre de la multitud gritó, diciendo: Maestro, te suplico que veas a mi hijo, pues es el único que tengo, [39] y sucede que un espíritu se apodera de él, y de repente da gritos, y el espíritu le hace caer con convulsiones, echando espumarajos; y magullándole, a duras penas se aparta de él. [40] Entonces rogué a tus discípulos que lo echaran fuera, y no pudieron. [41] Respondiendo Jesús, dijo: ¡Oh generación incrédula y perversa! ¿Hasta cuándo he de estar con vosotros y os he de soportar? Trae acá a tu hijo. [42] Cuando éste se acercaba, el demonio lo derribó y lo hizo caer con convulsiones. Pero Jesús reprendió al espíritu inmundo, y sanó al muchacho y se lo devolvió a su padre. [43] Y todos estaban admirados de la grandeza de Dios.

ALIMENTACION DE LOS CINCO MIL

(LBLA)lucas 9:10-17
Y cuando los apóstoles regresaron, dieron cuenta a Jesús de todo lo que habían hecho. Y El, tomándolos consigo, se retiró aparte a una ciudad llamada Betsaida. [11] Pero cuando la gente se dio cuenta de esto, le siguió; y Jesús, recibiéndolos, les hablaba del reino de Dios, y sanaba a los que tenían necesidad de ser curados. [12] El día comenzaba a declinar, y acercándose los doce, le dijeron: Despide a la multitud, para que vayan a las aldeas y campos de los alrededores, y hallen alojamiento y consigan alimentos; porque aquí estamos en un lugar desierto. [13] Pero El les dijo: Dadles vosotros de comer. Y ellos dijeron: No tenemos más que cinco panes y dos peces, a no ser que vayamos y compremos alimentos para toda esta gente. [14] (Porque había como cinco mil hombres.) Y Jesús dijo a sus discípulos: Haced que se recuesten en grupos como de cincuenta cada uno. [15] Así lo hicieron, haciendo recostar a todos. [16] Y tomando los cinco panes y los dos peces, levantando los ojos al cielo, los bendijo, y los partió, y los iba dando a los discípulos para que los sirvieran a la gente. [17] Todos comieron y se saciaron; y se recogieron de lo que les sobró de los pedazos: doce cestas llenas .

JESUS RESUCITA A LA HIJA DE JAIRO

(LBLA)lucas 8:49-56
Mientras estaba todavía hablando, vino* alguien de la casa del oficial de la sinagoga, diciendo: Tu hija ha muerto; no molestes más al Maestro. [50] Pero cuando Jesús lo oyó, le respondió: No temas; cree solamente, y ella será sanada. [51] Y cuando El llegó a la casa, no permitió que nadie entrara con El sino sólo Pedro, Juan y Jacobo, y el padre y la madre de la muchacha. [52] Todos la lloraban y se lamentaban; pero El dijo: No lloréis, porque no ha muerto, sino que duerme. [53] Y se burlaban de El, sabiendo que ella había muerto. [54] Pero El, tomándola de la mano, clamó, diciendo: ¡Niña, levántate! [55] Entonces le volvió su espíritu, y se levantó al instante, y El mandó que le dieran de comer. [56] Y sus padres estaban asombrados; pero El les encargó que no dijeran a nadie lo que había sucedido.