(LBLA)lucas 18:35-43
Y aconteció que al acercarse a Jericó, un ciego estaba sentado junto al camino mendigando. [36] Al oír que pasaba una multitud, preguntaba qué era aquello. [37] Y le informaron que pasaba Jesús de Nazaret. [38] Entonces gritó, diciendo: ¡Jesús, Hijo de David, ten misericordia de mí! [39] Y los que iban delante lo reprendían para que se callara; pero él gritaba mucho más: ¡Hijo de David, ten misericordia de mí! [40] Jesús se detuvo y ordenó que se lo trajeran; y cuando estuvo cerca, le preguntó: [41] ¿Qué deseas que haga por ti? Y él dijo: Señor, que recobre la vista. [42] Jesús entonces le dijo: Recibe la vista, tu fe te ha sanado. [43] Y al instante recobró la vista, y le seguía glorificando a Dios; cuando toda la gente vio aquello, dieron gloria a Dios.
jueves, 3 de marzo de 2011
lunes, 28 de febrero de 2011
LOS DIEZ LEPROSOS
(LBLA)lucas 17:11-19
Y aconteció que mientras iba camino a Jerusalén, pasaba entre Samaria y Galilea, [12] y al entrar en cierta aldea, le salieron al encuentro diez hombres leprosos, que se pararon a distancia, [13] y alzaron la voz, diciendo: ¡Jesús, Maestro! ¡Ten misericordia de nosotros! [14] Cuando El los vio, les dijo: Id y mostraos a los sacerdotes. Y sucedió que mientras iban, quedaron limpios. [15] Entonces uno de ellos, al ver que había sido sanado, se volvió glorificando a Dios en alta voz. [16] Y cayó sobre su rostro a los pies de Jesús, dándole gracias; y éste era samaritano. [17] Respondiendo Jesús, dijo: ¿No fueron diez los que quedaron limpios? Y los otros nueve... ¿dónde están? [18] ¿No hubo ninguno que regresara a dar gloria a Dios, excepto este extranjero? [19] Y le dijo: Levántate y vete; tu fe te ha sanado.
Y aconteció que mientras iba camino a Jerusalén, pasaba entre Samaria y Galilea, [12] y al entrar en cierta aldea, le salieron al encuentro diez hombres leprosos, que se pararon a distancia, [13] y alzaron la voz, diciendo: ¡Jesús, Maestro! ¡Ten misericordia de nosotros! [14] Cuando El los vio, les dijo: Id y mostraos a los sacerdotes. Y sucedió que mientras iban, quedaron limpios. [15] Entonces uno de ellos, al ver que había sido sanado, se volvió glorificando a Dios en alta voz. [16] Y cayó sobre su rostro a los pies de Jesús, dándole gracias; y éste era samaritano. [17] Respondiendo Jesús, dijo: ¿No fueron diez los que quedaron limpios? Y los otros nueve... ¿dónde están? [18] ¿No hubo ninguno que regresara a dar gloria a Dios, excepto este extranjero? [19] Y le dijo: Levántate y vete; tu fe te ha sanado.
JESUS SANA A UN HOMBRE HIDRÓPICO
(LBLA)lucas 14:1-6
Y aconteció que cuando Jesús entró en casa de uno de los principales de los fariseos un día de reposo para comer pan, ellos le estaban observando cuidadosamente. [2] Y allí, frente a El, estaba un hombre hidrópico. [3] Y dirigiéndose Jesús, a los intérpretes de la ley y a los fariseos, les habló diciendo: ¿Es lícito sanar en el día de reposo, o no? [4] Pero ellos guardaron silencio. Y El, tomándolo de la mano, lo sanó y lo despidió. [5] Y a ellos les dijo: ¿A quién de vosotros se le cae un hijo o un buey en un hoyo un día de reposo, y no lo saca inmediatamente? [6] Y no pudieron responderle a esto.
Y aconteció que cuando Jesús entró en casa de uno de los principales de los fariseos un día de reposo para comer pan, ellos le estaban observando cuidadosamente. [2] Y allí, frente a El, estaba un hombre hidrópico. [3] Y dirigiéndose Jesús, a los intérpretes de la ley y a los fariseos, les habló diciendo: ¿Es lícito sanar en el día de reposo, o no? [4] Pero ellos guardaron silencio. Y El, tomándolo de la mano, lo sanó y lo despidió. [5] Y a ellos les dijo: ¿A quién de vosotros se le cae un hijo o un buey en un hoyo un día de reposo, y no lo saca inmediatamente? [6] Y no pudieron responderle a esto.
JESUCRISTO SANA A UNA MUJER ENCORVADA
(LBLA)lucas 13:10-17
Jesús estaba enseñando en una de las sinagogas un día de reposo, [11] y había allí una mujer que durante dieciocho años había tenido una enfermedad causada por un espíritu; estaba encorvada, y de ninguna manera se podía enderezar. [12] Cuando Jesús la vio, la llamó y le dijo: Mujer, has quedado libre de tu enfermedad. [13] Y puso las manos sobre ella, y al instante se enderezó y glorificaba a Dios. [14] Pero el oficial de la sinagoga, indignado porque Jesús había sanado en día de reposo, reaccionó diciendo a la multitud: Hay seis días en los cuales se debe trabajar; venid, pues, en esos días y sed sanados, y no en día de reposo. [15] Entonces el Señor le respondió, y dijo: Hipócritas, ¿no desata cada uno de vosotros su buey o su asno del pesebre en día de reposo y lo lleva a beber? [16] Y ésta, que es hija de Abraham, a la que Satanás ha tenido atada durante dieciocho largos años, ¿no debía ser libertada de esta ligadura en día de reposo? [17] Y al decir El esto, todos sus adversarios se avergonzaban, pero toda la multitud se regocijaba por todas las cosas gloriosas hechas por El.
Jesús estaba enseñando en una de las sinagogas un día de reposo, [11] y había allí una mujer que durante dieciocho años había tenido una enfermedad causada por un espíritu; estaba encorvada, y de ninguna manera se podía enderezar. [12] Cuando Jesús la vio, la llamó y le dijo: Mujer, has quedado libre de tu enfermedad. [13] Y puso las manos sobre ella, y al instante se enderezó y glorificaba a Dios. [14] Pero el oficial de la sinagoga, indignado porque Jesús había sanado en día de reposo, reaccionó diciendo a la multitud: Hay seis días en los cuales se debe trabajar; venid, pues, en esos días y sed sanados, y no en día de reposo. [15] Entonces el Señor le respondió, y dijo: Hipócritas, ¿no desata cada uno de vosotros su buey o su asno del pesebre en día de reposo y lo lleva a beber? [16] Y ésta, que es hija de Abraham, a la que Satanás ha tenido atada durante dieciocho largos años, ¿no debía ser libertada de esta ligadura en día de reposo? [17] Y al decir El esto, todos sus adversarios se avergonzaban, pero toda la multitud se regocijaba por todas las cosas gloriosas hechas por El.
JESUS SANA A UN MUCHACHO ENDEMONIADO
(LBLA)lucas 9:37-43
Y aconteció que al día siguiente, cuando bajaron del monte, una gran multitud le salió al encuentro. [38] Y he aquí, un hombre de la multitud gritó, diciendo: Maestro, te suplico que veas a mi hijo, pues es el único que tengo, [39] y sucede que un espíritu se apodera de él, y de repente da gritos, y el espíritu le hace caer con convulsiones, echando espumarajos; y magullándole, a duras penas se aparta de él. [40] Entonces rogué a tus discípulos que lo echaran fuera, y no pudieron. [41] Respondiendo Jesús, dijo: ¡Oh generación incrédula y perversa! ¿Hasta cuándo he de estar con vosotros y os he de soportar? Trae acá a tu hijo. [42] Cuando éste se acercaba, el demonio lo derribó y lo hizo caer con convulsiones. Pero Jesús reprendió al espíritu inmundo, y sanó al muchacho y se lo devolvió a su padre. [43] Y todos estaban admirados de la grandeza de Dios.
Y aconteció que al día siguiente, cuando bajaron del monte, una gran multitud le salió al encuentro. [38] Y he aquí, un hombre de la multitud gritó, diciendo: Maestro, te suplico que veas a mi hijo, pues es el único que tengo, [39] y sucede que un espíritu se apodera de él, y de repente da gritos, y el espíritu le hace caer con convulsiones, echando espumarajos; y magullándole, a duras penas se aparta de él. [40] Entonces rogué a tus discípulos que lo echaran fuera, y no pudieron. [41] Respondiendo Jesús, dijo: ¡Oh generación incrédula y perversa! ¿Hasta cuándo he de estar con vosotros y os he de soportar? Trae acá a tu hijo. [42] Cuando éste se acercaba, el demonio lo derribó y lo hizo caer con convulsiones. Pero Jesús reprendió al espíritu inmundo, y sanó al muchacho y se lo devolvió a su padre. [43] Y todos estaban admirados de la grandeza de Dios.
ALIMENTACION DE LOS CINCO MIL
(LBLA)lucas 9:10-17
Y cuando los apóstoles regresaron, dieron cuenta a Jesús de todo lo que habían hecho. Y El, tomándolos consigo, se retiró aparte a una ciudad llamada Betsaida. [11] Pero cuando la gente se dio cuenta de esto, le siguió; y Jesús, recibiéndolos, les hablaba del reino de Dios, y sanaba a los que tenían necesidad de ser curados. [12] El día comenzaba a declinar, y acercándose los doce, le dijeron: Despide a la multitud, para que vayan a las aldeas y campos de los alrededores, y hallen alojamiento y consigan alimentos; porque aquí estamos en un lugar desierto. [13] Pero El les dijo: Dadles vosotros de comer. Y ellos dijeron: No tenemos más que cinco panes y dos peces, a no ser que vayamos y compremos alimentos para toda esta gente. [14] (Porque había como cinco mil hombres.) Y Jesús dijo a sus discípulos: Haced que se recuesten en grupos como de cincuenta cada uno. [15] Así lo hicieron, haciendo recostar a todos. [16] Y tomando los cinco panes y los dos peces, levantando los ojos al cielo, los bendijo, y los partió, y los iba dando a los discípulos para que los sirvieran a la gente. [17] Todos comieron y se saciaron; y se recogieron de lo que les sobró de los pedazos: doce cestas llenas .
Y cuando los apóstoles regresaron, dieron cuenta a Jesús de todo lo que habían hecho. Y El, tomándolos consigo, se retiró aparte a una ciudad llamada Betsaida. [11] Pero cuando la gente se dio cuenta de esto, le siguió; y Jesús, recibiéndolos, les hablaba del reino de Dios, y sanaba a los que tenían necesidad de ser curados. [12] El día comenzaba a declinar, y acercándose los doce, le dijeron: Despide a la multitud, para que vayan a las aldeas y campos de los alrededores, y hallen alojamiento y consigan alimentos; porque aquí estamos en un lugar desierto. [13] Pero El les dijo: Dadles vosotros de comer. Y ellos dijeron: No tenemos más que cinco panes y dos peces, a no ser que vayamos y compremos alimentos para toda esta gente. [14] (Porque había como cinco mil hombres.) Y Jesús dijo a sus discípulos: Haced que se recuesten en grupos como de cincuenta cada uno. [15] Así lo hicieron, haciendo recostar a todos. [16] Y tomando los cinco panes y los dos peces, levantando los ojos al cielo, los bendijo, y los partió, y los iba dando a los discípulos para que los sirvieran a la gente. [17] Todos comieron y se saciaron; y se recogieron de lo que les sobró de los pedazos: doce cestas llenas .
JESUS RESUCITA A LA HIJA DE JAIRO
(LBLA)lucas 8:49-56
Mientras estaba todavía hablando, vino* alguien de la casa del oficial de la sinagoga, diciendo: Tu hija ha muerto; no molestes más al Maestro. [50] Pero cuando Jesús lo oyó, le respondió: No temas; cree solamente, y ella será sanada. [51] Y cuando El llegó a la casa, no permitió que nadie entrara con El sino sólo Pedro, Juan y Jacobo, y el padre y la madre de la muchacha. [52] Todos la lloraban y se lamentaban; pero El dijo: No lloréis, porque no ha muerto, sino que duerme. [53] Y se burlaban de El, sabiendo que ella había muerto. [54] Pero El, tomándola de la mano, clamó, diciendo: ¡Niña, levántate! [55] Entonces le volvió su espíritu, y se levantó al instante, y El mandó que le dieran de comer. [56] Y sus padres estaban asombrados; pero El les encargó que no dijeran a nadie lo que había sucedido.
Mientras estaba todavía hablando, vino* alguien de la casa del oficial de la sinagoga, diciendo: Tu hija ha muerto; no molestes más al Maestro. [50] Pero cuando Jesús lo oyó, le respondió: No temas; cree solamente, y ella será sanada. [51] Y cuando El llegó a la casa, no permitió que nadie entrara con El sino sólo Pedro, Juan y Jacobo, y el padre y la madre de la muchacha. [52] Todos la lloraban y se lamentaban; pero El dijo: No lloréis, porque no ha muerto, sino que duerme. [53] Y se burlaban de El, sabiendo que ella había muerto. [54] Pero El, tomándola de la mano, clamó, diciendo: ¡Niña, levántate! [55] Entonces le volvió su espíritu, y se levantó al instante, y El mandó que le dieran de comer. [56] Y sus padres estaban asombrados; pero El les encargó que no dijeran a nadie lo que había sucedido.
domingo, 27 de febrero de 2011
JESUS SANA A UNA MUJER DE FLUJO DE SANGRE
(LBLA)lucas 8:43-48
Y una mujer que había tenido un flujo de sangre por doce años y que había gastado en médicos todo cuanto tenía y no podía ser curada por nadie, [44] se acercó a Jesús por detrás y tocó el borde de su manto, y al instante cesó el flujo de su sangre. [45] Y Jesús dijo: ¿Quién es el que me ha tocado? Mientras todos lo negaban, Pedro dijo, y los que con él estaban: Maestro, las multitudes te aprietan y te oprimen. [46] Pero Jesús dijo: Alguien me tocó, porque me di cuenta que de mí había salido poder. [47] Al ver la mujer que ella no había pasado inadvertida, se acercó temblando, y cayendo delante de El, declaró en presencia de todo el pueblo la razón por la cual le había tocado, y cómo al instante había sido sanada. [48] Y El le dijo: Hija, tu fe te ha sanado; vete en paz.
Y una mujer que había tenido un flujo de sangre por doce años y que había gastado en médicos todo cuanto tenía y no podía ser curada por nadie, [44] se acercó a Jesús por detrás y tocó el borde de su manto, y al instante cesó el flujo de su sangre. [45] Y Jesús dijo: ¿Quién es el que me ha tocado? Mientras todos lo negaban, Pedro dijo, y los que con él estaban: Maestro, las multitudes te aprietan y te oprimen. [46] Pero Jesús dijo: Alguien me tocó, porque me di cuenta que de mí había salido poder. [47] Al ver la mujer que ella no había pasado inadvertida, se acercó temblando, y cayendo delante de El, declaró en presencia de todo el pueblo la razón por la cual le había tocado, y cómo al instante había sido sanada. [48] Y El le dijo: Hija, tu fe te ha sanado; vete en paz.
(LBLA)lucas 8:26-39
Navegaron hacia la tierra de los gadarenos que está al lado opuesto de Galilea; [27] y cuando El bajó a tierra, le salió al encuentro un hombre de la ciudad poseído por demonios, y que por mucho tiempo no se había puesto ropa alguna, ni vivía en una casa, sino en los sepulcros. [28] Al ver a Jesús, gritó y cayó delante de El, y dijo en alta voz: ¿Qué tengo yo que ver contigo, Jesús, Hijo del Dios Altísimo? Te ruego que no me atormentes. [29] Porque El mandaba al espíritu inmundo que saliera del hombre, pues muchas veces se había apoderado de él, y estaba atado con cadenas y grillos y bajo guardia; a pesar de todo rompía las ataduras y era impelido por el demonio a los desiertos. [30] Entonces Jesús le preguntó: ¿Cómo te llamas? Y él dijo: Legión; porque muchos demonios habían entrado en él. [31] Y le rogaban que no les ordenara irse al abismo. [32] Y había una piara de muchos cerdos paciendo allí en el monte; y los demonios le rogaron que les permitiera entrar en los cerdos. Y El les dio permiso. [33] Los demonios salieron del hombre y entraron en los cerdos; y la piara se precipitó por el despeñadero al lago, y se ahogaron. [34] Y cuando los que los cuidaban vieron lo que había sucedido, huyeron y lo contaron en la ciudad y por los campos. [35] Salió entonces la gente a ver qué había sucedido; y vinieron a Jesús, y encontraron al hombre de quien habían salido los demonios, sentado a los pies de Jesús, vestido y en su cabal juicio, y se llenaron de temor. [36] Y los que lo habían visto, les contaron cómo el que estaba endemoniado había sido sanado. [37] Entonces toda la gente de la región alrededor de los gadarenos le pidió a Jesús que se alejara de ellos, porque estaban poseídos de un gran temor. Y El entrando a una barca, regresó. [38] Pero el hombre de quien habían salido los demonios le rogaba que le permitiera acompañarle; mas El lo despidió, diciendo: [39] Vuelve a tu casa, y cuenta cuán grandes cosas Dios ha hecho por ti. Y él se fue, proclamando por toda la ciudad cuán grandes cosas Jesús había hecho por él.
Navegaron hacia la tierra de los gadarenos que está al lado opuesto de Galilea; [27] y cuando El bajó a tierra, le salió al encuentro un hombre de la ciudad poseído por demonios, y que por mucho tiempo no se había puesto ropa alguna, ni vivía en una casa, sino en los sepulcros. [28] Al ver a Jesús, gritó y cayó delante de El, y dijo en alta voz: ¿Qué tengo yo que ver contigo, Jesús, Hijo del Dios Altísimo? Te ruego que no me atormentes. [29] Porque El mandaba al espíritu inmundo que saliera del hombre, pues muchas veces se había apoderado de él, y estaba atado con cadenas y grillos y bajo guardia; a pesar de todo rompía las ataduras y era impelido por el demonio a los desiertos. [30] Entonces Jesús le preguntó: ¿Cómo te llamas? Y él dijo: Legión; porque muchos demonios habían entrado en él. [31] Y le rogaban que no les ordenara irse al abismo. [32] Y había una piara de muchos cerdos paciendo allí en el monte; y los demonios le rogaron que les permitiera entrar en los cerdos. Y El les dio permiso. [33] Los demonios salieron del hombre y entraron en los cerdos; y la piara se precipitó por el despeñadero al lago, y se ahogaron. [34] Y cuando los que los cuidaban vieron lo que había sucedido, huyeron y lo contaron en la ciudad y por los campos. [35] Salió entonces la gente a ver qué había sucedido; y vinieron a Jesús, y encontraron al hombre de quien habían salido los demonios, sentado a los pies de Jesús, vestido y en su cabal juicio, y se llenaron de temor. [36] Y los que lo habían visto, les contaron cómo el que estaba endemoniado había sido sanado. [37] Entonces toda la gente de la región alrededor de los gadarenos le pidió a Jesús que se alejara de ellos, porque estaban poseídos de un gran temor. Y El entrando a una barca, regresó. [38] Pero el hombre de quien habían salido los demonios le rogaba que le permitiera acompañarle; mas El lo despidió, diciendo: [39] Vuelve a tu casa, y cuenta cuán grandes cosas Dios ha hecho por ti. Y él se fue, proclamando por toda la ciudad cuán grandes cosas Jesús había hecho por él.
JESUS CALMA LA TEMPESTAD
(LBLA)lucas 8:22-25
Y uno de aquellos días, entró en una barca con sus discípulos, y les dijo: Pasemos al otro lado del lago. Y se hicieron a la mar. [23] Pero mientras ellos navegaban, El se durmió; y una violenta tempestad descendió sobre el lago, y comenzaron a anegarse y corrían peligro. [24] Y llegándose a El, le despertaron, diciendo: ¡Maestro, Maestro, que perecemos! Y El, levantándose, reprendió al viento y a las olas embravecidas, y cesaron y sobrevino la calma. [25] Y El les dijo: ¿Dónde está vuestra fe? Pero ellos estaban atemorizados y asombrados, diciéndose unos a otros: ¿Quién, pues, es éste que aun a los vientos y al agua manda y le obedecen?
Y uno de aquellos días, entró en una barca con sus discípulos, y les dijo: Pasemos al otro lado del lago. Y se hicieron a la mar. [23] Pero mientras ellos navegaban, El se durmió; y una violenta tempestad descendió sobre el lago, y comenzaron a anegarse y corrían peligro. [24] Y llegándose a El, le despertaron, diciendo: ¡Maestro, Maestro, que perecemos! Y El, levantándose, reprendió al viento y a las olas embravecidas, y cesaron y sobrevino la calma. [25] Y El les dijo: ¿Dónde está vuestra fe? Pero ellos estaban atemorizados y asombrados, diciéndose unos a otros: ¿Quién, pues, es éste que aun a los vientos y al agua manda y le obedecen?
JESUCRISTO RESUCITA AL HIJO DE LA VIUDA DE NAIN
(LBLA)lucas 7:11-17
Aconteció poco después que Jesús fue a una ciudad llamada Naín; y sus discípulos iban con El acompañados por una gran multitud. [12] Y cuando se acercaba a la puerta de la ciudad, he aquí, sacaban fuera a un muerto, hijo único de su madre, y ella era viuda; y un grupo numeroso de la ciudad estaba con ella. [13] Al verla, el Señor tuvo compasión de ella, y le dijo: No llores. [14] Y acercándose, tocó el féretro; y los que lo llevaban se detuvieron. Y Jesús dijo: Joven, a ti te digo: ¡Levántate! [15] El que había muerto se incorporó y comenzó a hablar, y Jesús se lo entregó a su madre. [16] El temor se apoderó de todos, y glorificaban a Dios, diciendo: Un gran profeta ha surgido entre nosotros, y: Dios ha visitado a su pueblo. [17] Y este dicho que se decía de El, se divulgó por toda Judea y por toda la región circunvecina.
Aconteció poco después que Jesús fue a una ciudad llamada Naín; y sus discípulos iban con El acompañados por una gran multitud. [12] Y cuando se acercaba a la puerta de la ciudad, he aquí, sacaban fuera a un muerto, hijo único de su madre, y ella era viuda; y un grupo numeroso de la ciudad estaba con ella. [13] Al verla, el Señor tuvo compasión de ella, y le dijo: No llores. [14] Y acercándose, tocó el féretro; y los que lo llevaban se detuvieron. Y Jesús dijo: Joven, a ti te digo: ¡Levántate! [15] El que había muerto se incorporó y comenzó a hablar, y Jesús se lo entregó a su madre. [16] El temor se apoderó de todos, y glorificaban a Dios, diciendo: Un gran profeta ha surgido entre nosotros, y: Dios ha visitado a su pueblo. [17] Y este dicho que se decía de El, se divulgó por toda Judea y por toda la región circunvecina.
JESUS SANA AL SIERVO DEL CENTURION
(LBLA)lucas 7:1-10
Cuando Jesús terminó todas sus palabras al pueblo que le oía, se fue a Capernaúm. [2] Y el siervo de cierto centurión, a quien éste apreciaba mucho, estaba enfermo y a punto de morir. [3] Al oír hablar de Jesús, el centurión envió a El unos ancianos de los judíos, pidiéndole que viniera y salvara a su siervo. [4] Cuando ellos llegaron a Jesús, le rogaron con insistencia, diciendo: El centurión es digno de que le concedas esto; [5] porque él ama a nuestro pueblo y fue él quien nos edificó la sinagoga. [6] Jesús iba con ellos, pero cuando ya no estaba lejos de la casa, el centurión envió a unos amigos, diciéndole: Señor, no te molestes más, porque no soy digno de que entres bajo mi techo; [7] por eso ni siquiera me consideré digno de ir a ti, tan sólo di la palabra y mi siervo será sanado. [8] Pues yo también soy hombre puesto bajo autoridad, y tengo soldados bajo mis órdenes; y digo a éste: "Ve", y va; y a otro: "Ven", y viene; y a mi siervo: "Haz esto", y lo hace. [9] Al oír esto, Jesús se maravilló de él, y volviéndose, dijo a la multitud que le seguía: Os digo que ni aun en Israel he hallado una fe tan grande. [10] Y cuando los que habían sido enviados regresaron a la casa, encontraron sano al siervo.
Cuando Jesús terminó todas sus palabras al pueblo que le oía, se fue a Capernaúm. [2] Y el siervo de cierto centurión, a quien éste apreciaba mucho, estaba enfermo y a punto de morir. [3] Al oír hablar de Jesús, el centurión envió a El unos ancianos de los judíos, pidiéndole que viniera y salvara a su siervo. [4] Cuando ellos llegaron a Jesús, le rogaron con insistencia, diciendo: El centurión es digno de que le concedas esto; [5] porque él ama a nuestro pueblo y fue él quien nos edificó la sinagoga. [6] Jesús iba con ellos, pero cuando ya no estaba lejos de la casa, el centurión envió a unos amigos, diciéndole: Señor, no te molestes más, porque no soy digno de que entres bajo mi techo; [7] por eso ni siquiera me consideré digno de ir a ti, tan sólo di la palabra y mi siervo será sanado. [8] Pues yo también soy hombre puesto bajo autoridad, y tengo soldados bajo mis órdenes; y digo a éste: "Ve", y va; y a otro: "Ven", y viene; y a mi siervo: "Haz esto", y lo hace. [9] Al oír esto, Jesús se maravilló de él, y volviéndose, dijo a la multitud que le seguía: Os digo que ni aun en Israel he hallado una fe tan grande. [10] Y cuando los que habían sido enviados regresaron a la casa, encontraron sano al siervo.
JESUCRISTO SANA A UN HOMBRE DE LA MANO SECA
(LBLA)lucas 6:6-11
Y en otro día de reposo entró en la sinagoga y enseñaba; y había allí un hombre que tenía la mano derecha seca. [7] Y los escribas y los fariseos observaban atentamente a Jesús para ver si sanaba en el día de reposo, a fin de encontrar de qué acusarle. [8] Pero El sabía lo que ellos estaban pensando, y dijo al hombre que tenía la mano seca: Levántate y ven acá. Y él, levantándose, se le acercó. [9] Entonces Jesús les dijo: Yo os pregunto: ¿es lícito en el día de reposo hacer bien o hacer mal; salvar una vida o destruirla? [10] Y después de mirarlos a todos a su alrededor, dijo al hombre: Extiende tu mano. Y él lo hizo así, y su mano quedó sana. [11] Pero ellos se llenaron de ira, y discutían entre sí qué podrían hacerle a Jesús.
Y en otro día de reposo entró en la sinagoga y enseñaba; y había allí un hombre que tenía la mano derecha seca. [7] Y los escribas y los fariseos observaban atentamente a Jesús para ver si sanaba en el día de reposo, a fin de encontrar de qué acusarle. [8] Pero El sabía lo que ellos estaban pensando, y dijo al hombre que tenía la mano seca: Levántate y ven acá. Y él, levantándose, se le acercó. [9] Entonces Jesús les dijo: Yo os pregunto: ¿es lícito en el día de reposo hacer bien o hacer mal; salvar una vida o destruirla? [10] Y después de mirarlos a todos a su alrededor, dijo al hombre: Extiende tu mano. Y él lo hizo así, y su mano quedó sana. [11] Pero ellos se llenaron de ira, y discutían entre sí qué podrían hacerle a Jesús.
JESUCRISTO SANA A UN PARALITICO
(LBLA)lucas 5:17-20
Y un día que El estaba enseñando, había allí sentados algunos fariseos y maestros de la ley que habían venido de todas las aldeas de Galilea y Judea, y de Jerusalén; y el poder del Señor estaba con El para sanar. [18] Y he aquí, unos hombres trajeron en una camilla a un hombre que estaba paralítico; y trataban de meterlo y ponerlo delante de Jesús. [19] Y no hallando cómo introducirlo debido a la multitud, subieron a la azotea y lo bajaron con la camilla a través del techo, poniéndolo en medio, delante de Jesús. [20] Viendo Jesús la fe de ellos, dijo: Hombre, tus pecados te son perdonados.
Y un día que El estaba enseñando, había allí sentados algunos fariseos y maestros de la ley que habían venido de todas las aldeas de Galilea y Judea, y de Jerusalén; y el poder del Señor estaba con El para sanar. [18] Y he aquí, unos hombres trajeron en una camilla a un hombre que estaba paralítico; y trataban de meterlo y ponerlo delante de Jesús. [19] Y no hallando cómo introducirlo debido a la multitud, subieron a la azotea y lo bajaron con la camilla a través del techo, poniéndolo en medio, delante de Jesús. [20] Viendo Jesús la fe de ellos, dijo: Hombre, tus pecados te son perdonados.
CURACIÓN DE UN LEPROSO
(LBLA)lucas 5:12-15
Y aconteció que estando Jesús en una de las ciudades, he aquí, había allí un hombre lleno de lepra; y cuando vio a Jesús, cayó sobre su rostro y le rogó, diciendo: Señor, si quieres, puedes limpiarme. [13] Extendiendo Jesús la mano, lo tocó, diciendo: Quiero; sé limpio. Y al instante la lepra lo dejó. [14] Y El le mandó que no se lo dijera a nadie. Pero anda--le dijo--, muéstrate al sacerdote y da una ofrenda por tu purificación según lo ordenó Moisés, para que les sirva de testimonio. [15] Y su fama se difundía cada vez más, y grandes multitudes se congregaban para oírle y ser sanadas de sus enfermedades.
Y aconteció que estando Jesús en una de las ciudades, he aquí, había allí un hombre lleno de lepra; y cuando vio a Jesús, cayó sobre su rostro y le rogó, diciendo: Señor, si quieres, puedes limpiarme. [13] Extendiendo Jesús la mano, lo tocó, diciendo: Quiero; sé limpio. Y al instante la lepra lo dejó. [14] Y El le mandó que no se lo dijera a nadie. Pero anda--le dijo--, muéstrate al sacerdote y da una ofrenda por tu purificación según lo ordenó Moisés, para que les sirva de testimonio. [15] Y su fama se difundía cada vez más, y grandes multitudes se congregaban para oírle y ser sanadas de sus enfermedades.
EL MILAGRO DE LA PESCA
(LBLA)lucas 5:4-8
Cuando terminó de hablar, dijo a Simón: Sal a la parte más profunda y echad vuestras redes para pescar. [5] Respondiendo Simón, dijo: Maestro, hemos estado trabajando toda la noche y no hemos pescado nada, pero porque tú lo pides, echaré las redes. [6] Y cuando lo hicieron, encerraron una gran cantidad de peces, de modo que sus redes se rompían; [7] entonces hicieron señas a sus compañeros que estaban en la otra barca para que vinieran a ayudarlos. Y vinieron y llenaron ambas barcas, de tal manera que se hundían. [8] Al ver esto, Simón Pedro cayó a los pies de Jesús, diciendo: ¡Apártate de mí, Señor, pues soy hombre pecador!
Cuando terminó de hablar, dijo a Simón: Sal a la parte más profunda y echad vuestras redes para pescar. [5] Respondiendo Simón, dijo: Maestro, hemos estado trabajando toda la noche y no hemos pescado nada, pero porque tú lo pides, echaré las redes. [6] Y cuando lo hicieron, encerraron una gran cantidad de peces, de modo que sus redes se rompían; [7] entonces hicieron señas a sus compañeros que estaban en la otra barca para que vinieran a ayudarlos. Y vinieron y llenaron ambas barcas, de tal manera que se hundían. [8] Al ver esto, Simón Pedro cayó a los pies de Jesús, diciendo: ¡Apártate de mí, Señor, pues soy hombre pecador!
SALIAN DEMONIOS
(LBLA)lucas 4:41
También de muchos salían demonios, gritando y diciendo: ¡Tú eres el Hijo de Dios! Pero, reprendiéndolos, no les permitía hablar, porque sabían que El era el Cristo.
También de muchos salían demonios, gritando y diciendo: ¡Tú eres el Hijo de Dios! Pero, reprendiéndolos, no les permitía hablar, porque sabían que El era el Cristo.
SANADOS DE DIVERSAS ENFERMEDADES
(LBLA)lucas 4:40
Al ponerse el sol, todos los que tenían enfermos de diversas enfermedades se los llevaban a El; y poniendo El las manos sobre cada uno de ellos, los sanaba.
Al ponerse el sol, todos los que tenían enfermos de diversas enfermedades se los llevaban a El; y poniendo El las manos sobre cada uno de ellos, los sanaba.
JESUCRISTO SANA A LA SUEGRA DE SIMON (PEDRO)
(LBLA)lucas 4:38-39
Y levantándose, salió de la sinagoga y entró en casa de Simón. Y la suegra de Simón se hallaba sufriendo con una fiebre muy alta, y le rogaron por ella. [39] E inclinándose sobre ella, reprendió la fiebre, y la fiebre la dejó; y al instante ella se levantó y les servía.
Y levantándose, salió de la sinagoga y entró en casa de Simón. Y la suegra de Simón se hallaba sufriendo con una fiebre muy alta, y le rogaron por ella. [39] E inclinándose sobre ella, reprendió la fiebre, y la fiebre la dejó; y al instante ella se levantó y les servía.
HOMBRE POSEIDO POR UN ESPIRITU INMUNDO
(LBLA)lucas 4:33-36
Y estaba en la sinagoga un hombre poseído por el espíritu de un demonio inmundo, y gritó a gran voz: [34] Déjanos ¿Qué tenemos que ver contigo, Jesús de Nazaret? ¿Has venido a destruirnos? Yo sé quién eres: el Santo de Dios. [35] Jesús entonces lo reprendió, diciendo: ¡Cállate y sal de él! Y después que el demonio lo derribó en medio de ellos, salió de él sin hacerle ningún daño. [36] Y todos se quedaron asombrados, y discutían entre sí, diciendo: ¿Qué mensaje es éste? Porque con autoridad y poder manda a los espíritus inmundos y salen.
Y estaba en la sinagoga un hombre poseído por el espíritu de un demonio inmundo, y gritó a gran voz: [34] Déjanos ¿Qué tenemos que ver contigo, Jesús de Nazaret? ¿Has venido a destruirnos? Yo sé quién eres: el Santo de Dios. [35] Jesús entonces lo reprendió, diciendo: ¡Cállate y sal de él! Y después que el demonio lo derribó en medio de ellos, salió de él sin hacerle ningún daño. [36] Y todos se quedaron asombrados, y discutían entre sí, diciendo: ¿Qué mensaje es éste? Porque con autoridad y poder manda a los espíritus inmundos y salen.
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